Analizando y comparando el concepto de tercera cultura presentados por C. P. Snow y John Brockman, podemos ver que para Snow todavía es una idea incipiente, se presenta como algo por venir, algo en ciernes, mientras que para Brockman es algo ya presente en su realidad.
Snow presenta esa tercera cultura como una evolución dentro de la ciencia producto de los avances como los que se han realizado en Biología molecular. Presenta esta disciplina como una parte de la ciencia que encadena conocimientos y alcanza profundas implicaciones biológicas, filosóficas y existenciales al irrumpir en la existencia misma del ser humano. En su disertación Snow hace un seguimiento del conocimiento de la biología molecular, que va desde conceptos sencillos como las estructuras cristalinas que van avanzando paulatinamente hasta ir complejizándose, sin saber hasta dónde.
Para Brockman la tercera cultura proviene de la gente de ciencia que ha hecho su incursión en el espacio de las letras a través de obras literarias, a través de la proliferación de libros de divulgación científica que hacen que esa división de las dos culturas se difumine en esa tercera cultura.
Lo que ambos autores indican es la conveniencia de esa tercera cultura, tanto para el nivel cultural de la sociedad, como para todo el proceso de toma de decisiones políticas en las que hay implicados temas científicos, al permitir un mayor acercamiento de éstos y una mejor compresión por parte de sociedad y personas políticas.