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Un poco de ciencia contra la obsolescencia
Arreglando juguetes con impresión 3D
El otro día le regalaron a mi hijo un coche teledirigido por su cumpleaños. Era uno de sus regalos más esperados y lo recibió con toda ilusión.
No era el coche más robusto del mercado, así que en una de esas correrías del coche con mil obstáculos, se le rompió una pieza de la dirección, con el consiguiente desconsuelo de mi hijo, ya que no había podido disfrutar de el todo lo que hubiera querido, y esa pieza era imprescindible para que funcionara.