El virus H1N1, causante de la gripe porcina, es un virus que ya se conocía desde principios del siglo XX y que en varias ocasiones había aparecido en escena produciendo diferentes brotes a lo largo del planeta durante este siglo. Su virulencia ya era conocida por la OMS, por lo que ya existía un sistema de vigilancia de esta enfermedad para poder detectarla lo antes posible en caso de volver a aparecer.
En marzo de 2009 se detectaron ciertos casos de una versión de la gripe porcina en Estados Unidos, concretamente en California y Texas. Al virus concreto causante de esta pandemia de 2009 se le llamó H1N1/09.
En abril de 2009 México reporta unos 900 casos tras lo que la OMS eleva el nivel de alarma frente a una posible pandemia.
Entre mayo y junio de 2009 la enfermedad se distribuye en diferentes países y tras análisis se detectan infecciones en Europa, por lo que la OMS la cataloga como pandemia el 11 de junio.
Hay dos parámetros importantes que ayudan a tomar medidas frente a una enfermedad contagiosa, la tasa de letalidad, que representa la cantidad de personas infectadas que mueren y el número reproductivo básico (R0), que busca medir la velocidad con la que se transmite la enfermedad.
La tasa de letalidad de este virus fue del 0,2%, por debajo de otras enfermedades producidas por virus de la gripe como la gripe asiática producida por el H2N2 con un 4% de letalidad o la llamada Gripe Española con un virus similar al H1N1 tuvo una tasa del 20%.
La determinación de la R0 es más complicado, por ser más difícil hacer el rastreo de los contagios. Se calcula estudiando cuántas personas son contagiadas por cada persona infectada. Las estimaciones del R0 para esta pandemia fueron desde un mínimo de un 1,03 a algo más del 2,9, observándose que la distribución de este virus era menor de lo esperado.
En el siguiente gráfico se puede ver la evolución de la pandemia, entre los datos de personas fallecidas (número de la izquierda) y personas infectadas (derecha)
Y en estos mapas pueden verse el alcance que tuvo en los diferentes continentes:
Hasta que no llegó la vacuna, la única posibilidad frente a esta enfermedad era la prevención, limpieza de manos, ventilación, evitar contacto cercano con personas, sobretodo si tienen síntomas compatibles y el uso de mascarillas.
La vacuna llegó a finales de 2009, lo que contribuyó a la inmunización de la población y reducir la difusión del virus, hasta que se consiguió dar por finalizada la pandemia en agosto de 2010, con un total de 1.678.817 personas infectadas y 19.274 personas fallecidas.
Bibliografía, para saber más:
El número reproductivo básico (R0): consideraciones para su aplicación en la salud póblica https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6291769/
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