Una sociedad necesita energía para poder funcionar, en tiempos antiguos, hace más de 300 años, esa energía se conseguía principalmente por el trabajo de los seres vivos, animales y personas, cuya fuente de energía era la comida, que se producía gracias a la energía del Sol, que igualmente se utilizaba para calentarse. También se extraía energía a través de la combustión de madera, los saltos de agua. Luego vino la revolución industrial, el aprovechamiento de los combustibles fósiles, la energía nuclear… ¿Cómo se “mueve” ahora nuestra sociedad? ¿De dónde saca su energía? A la combinación de fuentes de energía que se utilizan en una zona es a lo que llamamos mix energético.

El mix español en 2019, por ejemplo fue el siguiente:

Elaboración propia, fuente: idae.es

Nota: los datos de consumo están dados en Ktep (miles de toneladas equivalentes de petróleo) y las de generación de energía en GWh. Se puede hacer el cambio entre ellas teniendo en cuenta que 1 MWh = 0,086 tep y por tanto 1 GWh = 0,086 Ktep

Se puede ver cómo más de la mitad del consumo energético vino del petróleo, que si les sumamos los gases y el carbón, suman casi un 70% del consumo debido a los llamados combustibles fósiles. De fuentes renovables provino apenas el 7’3 % de la energía primaria. Hay que tener en cuenta que en este gráfico, la electricidad representa un 23,41 %, pero para producir esta electricidad se ha tenido que recurrir a diferentes fuentes energéticas primarias, por lo que habría que ver también su composición según origen.

Si nos fijamos en la generación de energía eléctrica, en 2019, el porcentaje de generación a través de fuentes renovables era del 37,54%, siendo de éstas la eólica y la hidráulica las que más aportan. En ese año, la energía nuclear fue la primera fuente de energía eléctrica, con un 21,40 %, seguida de cerca por las plantas de ciclo combinado con un 21,18%. Como veremos posteriormente, este porcentaje varía de un año a otro, y ya en 2021, la energía eólica se convirtió en la primera fuente de generación eléctrica.

Elaboración propia, fuente: www.ree.es

Se puede observar una fuerte dependencia todavía de las fuentes de generación no renovable, no obstante, es de destacar el aumento que se ha producido en la producción de energía proveniente de fuentes renovables, acercándonos al 50% en estos últimos años, como se ve en la siguiente gráfica.

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Evolución del consumo de fuentes de energía

Si nos fijamos en la evolución de las diferentes fuentes de energía a lo largo de los años, podemos ver un descenso paulatino del consumo de petróleo, pero que se ha sustituido por un mayor consumo del gas, casi en la misma proporción. El carbón, como fuente de energía se ha ido reduciendo hasta niveles casi marginales, debido a las políticas dirigidas a su reducción. El consumo de fuentes renovables (solar térmica, geotermia, biomasa, biogás, biocarburantes, resíduo sólido renovable, carbón vegetal) ha ido aumentando, llegándose a duplicar en cuanto a datos brutos, pero manteniendo un porcentaje similar si se mira en conjunto. El consumo de energía eléctrica también se ha duplicado desde 1990, aunque se puede observar cómo desde 2005 los consumos son similares, aunque en el cómputo global representa un mayor porcentaje debido a la disminución de los consumos del petróleo.

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Evolución de la generación eléctrica

¿Y cuál ha sido la evolución de las fuentes de energía eléctrica? ¿de dónde la hemos sacado?. Las principales fuentes de generación de energía eléctrica en nuestro país son la hidráulica, la nuclear, el carbón, las de ciclo combinado, eólica, solar fotovoltaica y la procedente de la cogeneración.

Las plantas de carbón se han ido reduciendo a lo largo de los últimos años, llegando a un valor de apenas el 2%, con la previsión de que siga reduciéndose hasta su desaparición. España tiene cinco centrales nucleares de segunda generación, que generan un gran porcentaje de la energía. Debido a su tipo de funcionamiento, no pueden encenderse y apagarse a demanda, su producción es bastante continua a lo largo del tiempo. La energía eólica en los últimos años ha mantenido una producción similar a la nuclear, aunque en el último año (2021) ésta ha sido la primera fuente de energía.

La energía hidráulica varía entre un 7% y un 15% de la generación total. Esta variación se entiende por la variación de las condiciones climáticas de cada año y la disponibilidad del agua embalsada.

La energía solar fotovoltaica es una energía que poco a poco va aumentando y consolidándose, en 2021 ha alcanzando el 8 %, cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que en 2007 representaba menos del 1% de toda la energía generada.

Las centrales de ciclo combinado, son las tercera fuente en generación, cuando hasta 2010 fue la primera. Se observa una gran variación en los valores representativos de ésta fuente de energía, que habrá que entenderlos dado que éstas plantas son las que más flexibilidad tienen y pueden responder más rápidamente a la variación en las demandas energéticas, por lo que recurrir a su uso está en función de la disponibilidad del resto de las fuentes generadoras.

Las plantas de cogeneración han, representando una participación bastante estable, rondando el 10% (punto arriba, punto abajo) durante los últimos años.

Elaboración propia, fuente: www.ree.es
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De esta evolución, se observa cómo las fuentes renovables de energía van aumentando. en importancia, sobretodo la eólica, con un fuerte aumento también de la fotovoltaica. Pero éstas todavía no han alcanzado en proporción a las fuentes de energía no renovables.

Se ve cómo hay una apuesta por reducir la dependencia de las plantas que utilizan combustibles fósiles como fuente de energía, sobretodo las plantas de ciclo combinado, que en estos momentos son las plantas que equilibran la oferta con la demanda por ser las que permiten una regulación más rápida y poder ser encendidas y apagadas con mayor facilidad.

No obstante, el resto de energía primaria, vemos cómo sigue habiendo una gran dependencia del petróleo, que sólo de él depende el 51% de nuestro consumo.

Como vemos, es todo un reto conseguir reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Aunque en la producción eléctrica se están haciendo avances, queda muy lejos poder decir lo mismo de los otros aprovechamientos energéticos.

Fuentes de los datos:


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