Cuando hablamos de Cultura Científica, podemos encontrar diferentes enfoques. En este artículo nos centraremos en los que aparecen en el capítulo 2 de la la tesis doctoral de María Laura Lázaro Cultura científica y participación ciudadana en política socio-ambiental

La determinación de Cultura Científica está muy ligada a lo que se entienda como ciencia.

Así, encontramos términos de cultura científica ligados a la alfabetización científica. Ésta concepción se contempla la ciencia como una actividad
humana para la comprensión de la naturaleza, cuyo producto es el conocimiento, obtenido por métodos fiables y consensuados

En esta concepción, la ciencia es lo que hacen las personas de ciencia y lo que el resto de personas recibe en un proceso unidireccional.

Esta es una concepción positivista de la ciencia, objetiva, verificable y neutral.

Otro enfoque de Cultura Científica es aquella que comprende sus conocimientos y métodos. No sólo tiene que ver con la adquisición de conocimientos cognitivos, sino también con conocimiento metacientífico. En este enfoque, las personas “no científicas” tienen visión y conocimiento también de metodologías utilizadas en la ciencia. De pensar y razonar como lo hacen las personas científicas.

Este enfoque no deja de plasmar un modelo lineal en el que las personas de ciencia son “especialistas” frente a una ciudadanía pasiva y profana.

Por último se presenta un enfoque que parte del sentido de que “la ciencia no debe garantizar la obtención de la verdad, sino la calidad del proceso científico en sí.”

Bajo este enfoque, la Cultura Científica plantea que la sociedad toma partido en la toma de decisiones en cuanto a ciencia y tecnología. Para que este proceso se de, es necesario crear espacios de encuentro y dinámicas de participación. En este enfoque la ciudadanía se hace activa y resulta más indicado el término de “apropiación social de la ciencia”