Voy a proceder a hacer un estudio de mi consumo eléctrico para ver cómo podría reducir el mismo y por lo tanto ahorrar. Para esto tengo a mi disponibilidad los datos que me ofrecen las facturas de la luz, pero mucho mejor que eso, dispongo de las herramientas que me ofrece mi compañía comercializadora cuando entro en la plataforma web, en mi caso Som Energía. Otra opción para controlar completamente mis consumos, incluso en tiempo real es accediendo directamente a los datos de mi contador a través de la distribuidora de energía, es decir, Iberdrola Distribución.

Análisis del consumo

El siguiente gráfico nos muestra el consumo medio a lo largo de la semana durante los últimos meses.

Si analizamos el consumo semanal, vemos que se producen 3 picos de consumo que se repiten cada día referenes al desayuno, comida y cena. Con un pico de consumo extra los viernes a la noche, que corresponde con el horneado de la pizza, elemento típico de un viernes noche.

Pero estos consumos ¿en qué tarifa se realizan?, esto lo podemos analizar en el siguiente gráfico.

En este gráfico se ve que la gran parte de nuestro consumo es debido a las horas de comida y cena, que lógicamente es cuando se ponen en marcha los electrodomésticos que más energía consumen (fuegos, horno y microhondas). Por nuestros horarios, los horarios de preparación de la comida sí que nos caen generalmente en horas llano, mientras que las de la cena sí que entramos en horas punta.

Del análisis de los gastos, se puede observar que el 26 % de nuestro consumo se realiza en horas punta, 27 % en horas llano y 47 % en horas valle.

De este gasto, se puede observar que el 48.3 % del gasto se trata de un gasto permanente, un 36.6% de un consumo regular y un 15.1 % de un consumo pico.

Este 48.3 % correspondiente al consumo permanente es de suponer que viene del gasto debido a aparatos que están permanentemente encendidos como el frigorífico, el router, la caldera, el teléfono y también a los aparatos que quedan en stand by como la televisión, que vienen a darme un consumo de alrededor de 0.12 kWh.

Para probar el consumo de mi frigorífico he programado una lectura de mi contador a la noche gracias a la posibilidad que me ofrece la aplicación de acceso a los contadores inteligentes. Para ello he programado una lectura durante la noche y he apagado todos los aparatos extra, dejando sólo el frigorífico. De esta lectura me ha salido que este aparato tiene un gasto base de alrededor de 0.1 kWh. Me refiero a base simplemente por estar encendido y mantener la temperatura. Cuando lo usamos abriendo y cerrando la puerta el consumo aumenta para poder recuperar el frío que ha perdido.

Conclusiones y posibilidades de ahorro

Cambio de frigorífico.

Una de las alternativas podría ser el cambio de frigorífico. El actual tendrá más de 20 años (ya estaba cuando vinimos a vivir) y como hemos dicho tiene un consumo base de unos 0,1 kWh, que representarían 876 kWh al año.

Un frigorífico A tiene un consumo anual de unos 374 kWh lo que hace una diferencia respecto al mío de 502 kWh. Partiendo de los datos de mi última factura, el precio medio teniendo en cuenta la diferencia del coste entre periodos horarios y la duración de cada uno de los periodos, me da unos 0,17 €/kWh. Según esta tarifa, con un nuevo frigorífico me ahorraría unos 86 € al año. Si el frigorífico fuera A+++, con un consumo de 175 kWh/año el ahorro sería de unos 120 € al año.

Teniendo en cuenta un coste de unos 600 € para un frigorífico económico de estas características, lo amortizaría en unos 5 o 6 años. Tal vez más, teniendo en cuenta que seguramente el nuevo frigorífico sería más eficiente a la hora de recuperar la temperatura de uso. Pero en esta decisión también entran otros conceptos como ¿por qué voy a tirar un equipo que actualmente está funcionando bien y que irá a la chatarra generando resíduos para cambiarlo por otro que también estará generando un consumo y un impacto ambiental?

Hábitos de comidas

Como hemos visto, el horario de uso de electrodomésticos para la elaboración de la comida suele entrar dentro de periodos llanos. Sí que podría cambiar los horarios para las cenas, pero eso nos obligaría a retrasar mucho los horarios, cosa que perturbaría mucho nuestra dinámica diaria. En este punto creo que no podría haber modificación.

Sí que podría optimizarse el uso del horno, para que en el momento de encenderlo poder aprovecharlo para otros temas que aprovecharan el calor residual o el hecho de que el horno estuviera caliente.

El uso del lavavajillas sí que lo hacemos sin tener en cuenta el horario y podríamos optimizar su uso para que cayera al menos dentro de las horas llanas.

Lavadora

La lavadora, otro de los electrodomésticos de consumo. Generalmente lo usamos los fines de semana (horas valle) o la ponemos a las tardes en horas llano, con lo que es dificil optimizar su uso.

Modem y otros aparatos

El modem permanece permanentemente encendido. Una de las opciones de ahorro sería el apagarla a la noche. Una de las limitaciones de este hecho es que el teléfono fijo requiere que el router esté encendido, por lo que no sonaría ante una eventual emergencia. Así que no me parece oportuno apagarlo. Teniendo en cuenta que su consumo será de unos 5W. Al año, ese ejercicio de apagarlo apenas reduciría la factura anual en unos 2,5 €

Lo que sí puedo hacer es entrar en la configuración y estudiar si puedo programar su uso para que desconecte la Wifi en las horas a las que no se vaya a usar.

El único aparato que se mantiene en stand by en casa es el televisor. Sí que podría optar por reducir el consumo eléctrico apagando completamente el televisor.

Conclusiones

Veo que en mi caso, sí que nos es beneficiosa la discriminación horaria en el consumo de energía eléctrica dado que nuestros hábitos hacen que los máximos consumos no se realicen siempre en horas puntas.

Puedo reducir el consumo apagando el router en los momentos de no uso, pero en mi caso, el ahorro que me produce creo que no compensa el perjuicio de quedarme sin cobertura telefónica.

Sí que puedo optar por reducir el número de equipos conectados permanentemente y en stand by, es un gesto que no me costaría mucho y puede tener beneficios aunque sean bajos.

El mayor cambio sería el cambio del frigorífico por uno de mejores prestaciones. Pero por ahora no me lo planteo porque el gasto ambiental de éste cambio no compensa por ahora dado el correcto funcionamiento del actual frigorífico.


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