Estamos acostumbrados a la letra pequeña en la publicidad de seguros y en los contratos. Pero el mostrar en letra pequeña aclaraciones que matizan lo que se ha anunciado en letra grande y vistosa es una práctica que también se utiliza en otros ámbitos. En el marketing de los productos alimentarios también podemos encontrar esta estrategia del asterisco a través de la que se matiza con letra inferior los supuestos beneficios que ofrece el producto a los que se ha aludido con grandes letras en la etiqueta principal.

Veamos alguno de los ejemplos en nuestro paseo por el supermercado.

…con proteina natural para tus músculos

En esta etiqueta se observa claramente que su intención es captar la atención de aquellas personas preocupadas por su salud y el bienestar de sus músculos. La elección de colores negros y naranjas, que acostumbra a relacionarse con lo selecto. Indicando dos grandes ceros en cuanto a grasas y azúcares añadidos. Pero la característica que nos ocupa es el índice (2) que acompaña a la alusión de sus beneficios “para tus músculos“. Y es que cuando uno ve la etiqueta, lo primero que piensa es que este producto es beneficioso para tu salud muscular y el ejercicio diario, hecho que se refuerza por la imagen de la mujer corriendo junto al código de barras.

Pero cuando uno va a buscar la explicación que enlaza el superíndice (2) se encuentra con la aclaración de que el producto tiene un alto contenido en proteínas y que las protenínas (en general) contribuyen al aumento y conservación de la masa muscular.

Pero si vemos los ingredientes vemos que las proteinas que contiene provienen, a parte de la leche, del plátano y la manteca de cacahuete. Vamos que con un yougurt convencional y comiendo un plátano y unos frutos secos cumplirías la misma función nutricional que la que te aporta este producto lácteo. Teniendo en cuenta también que la fuente de proteinas de este producto no ofrece beneficios especiales para la musculatura que cualquier otra fuente de proteínas de la dieta.

Leche Salud, que refuerza tu sistema inmune

Otro ejemplo de la estrategia del asterisco, esta vez con un auténtico asterisco, es la de la leche Salud de Pascual, a la que ya de por sí le ponen ese nombre tan alusivo (Salud) y anuncian en grandes letras los supuestos beneficios sobre el sistema inmune.

El asterisco nos lleva a un comentario que dice: Las vitaminas A, D, B6, B9, B12, Zinc y Selenio contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Y esto es cierto, de hecho son precisamente esos ingredientes los que la EFSA (la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) señalan para que un producto pueda indicarse para relacionarlo con el funcionamiento normal del sistema inmunitario. De hecho con incluir estas vitaminas y minerales en cualquier otro producto (de bollería por ejemplo) también se podría indicar que beneficia tu sistema inmune.

Por ello es más importante incorporar estos nutrientes a través de una dieta variada que gastarse el dinero en un producto de un coste mayor bajo promesas confusas.

Digestive no significa digestivas

Pero una de mis preferidas, aunque en esta ocasión no se molestan ni en poner un asterisco es el caso de las galletas Digestive. Que señalan en la letra pequeña junto a los ingredientes que “La palabra digestive no significa que la galleta contenga características dietéticas digestivas”. Me sorprende esta práctica de marketing tan descarado. Está claro que si tu pones la palabra digestive en letras grandes quieres que la gente relacione tu producto con características digestivas, pero luego expresas totalmente tu intención en esa última línea.

Cuando me encuentro con una intención tan descarada de confundir me pregunto qué habrá de cierto en el resto de indicaciones que se señalan en la etiqueta del producto y si también tendrán doble sentido.


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